Sonrisita ninja (fo).

Sonrisita ninja.

Aparece despacito, sin hacer un ruido,
como quien se roba un beso en un descuido.
No se anuncia, no se explica, no avisa,
¡pero cuando llega… te parte de risa!.

Sonrisita ninja, te mira de lado,
te tira una curva y quedás desarmado.
No grita, no empuja, no hace alarde,
pero en cinco segundos… ya sos su compadre.

En la fila del súper, en la plaza, en el bondi,
esa sonrisa te sigue como sombra de zombi.
Y vos, que venías con cara de lunes,
de golpe soltás una risa… sin que te inmutes.

Es esa mueca traicionera,
que se mete entre cejas cuando todo exagera.
Estás serio, estás duro, estás hecho pelota,
pero ¡zas!… te ataca y se te nota.

No pide permiso, no pide contexto,
entra por la risa y te hackea el texto.
Y te hace decir cosas que ni pensabas,
como: “che, ¿y si aflojamos con tantas pavadas?”.

Y sí…
la vida es jodida, compleja, pesada,
pero si alguien sonríe… ya no duele nada.
Y si es de esas ninjas que aparecen sin drama,
te reís, te aflojás… ¡y volvés con más ganas!.

A veces la vida no da explicación,
pero una risa ninja… te salva el bajón.
No cura las penas, ni paga las deudas,
pero te da aire… y eso ya cuenta.

Una sonrisa chiquita puede desarmar un muro gigante.
Porque el alma, cuando se ríe bajito…
ya está diciendo que quiere seguir.

Y si la vida te pesa…

buscá esa sonrisita ninja que se esconde en la esquina.

A veces… es todo lo que necesitás.

XUS