Respirar despacio (fo).

Respirar despacio.

Respirar despacio… ¡y qué delicia!.

Sentir cómo el alma toma la superficie.
No es rendirse, no es parar,
es recargar el alma pa’ volver a brillar.

Mientras el mundo corre como loco,
yo respiro hondo…
y saboreo el foco.
Porque pa’ estar arriba, hay que pisar fuerte,
y eso se aprende…
cuando vas más consciente.

Respirar despacio es estar presente,
mirar el cielo, sonreírle a la gente.
Es abrazar el día como si fuera el primero,
y decir: “¡Vamos, que puedo!. ¡Y quiero!.”

No es quedarte quieto, ni bajar la llama,
es escuchar al corazón cuando te llama.
Es saber que la vida no es solo avanzar,
es también bailar lento…
y disfrutar.

Porque hay más energía en el que se centra,
que en el que corre sin saber qué encuentra.
Y cuando respirás con el alma despierta,
la vida te toca…
y la puerta se abierta.

Así que hacelo: cerrá los ojos,
llenate de vos,
y que el aire que entre
sea puro y feroz.

Respirar despacio no es ir más lento…
es ir más vivo.

Porque cuando el aire entra con alegría,
la vida…
te respira de vuelta.

XUS