Eco del mesías.
El eco del mesías no baja del cielo,
sube desde el pecho, vibra en el suelo.
No viene en túnicas, ni entre sermones,
viene en silencios y en corazones.
sube desde el pecho, vibra en el suelo.
No viene en túnicas, ni entre sermones,
viene en silencios y en corazones.
Lo vi en un loco bailando en la plaza,
en una madre que limpia su casa.
Lo vi en el niño que canta sin miedo,
y en el abuelo que ríe en su ruedo.
en una madre que limpia su casa.
Lo vi en el niño que canta sin miedo,
y en el abuelo que ríe en su ruedo.
El eco resuena cuando amás sin medida,
cuando das hasta el fondo, con toda la vida.
Cuando decís la verdad aunque duela,
cuando el alma es libre, sin bandera.
cuando das hasta el fondo, con toda la vida.
Cuando decís la verdad aunque duela,
cuando el alma es libre, sin bandera.
No vino a juzgarte ni a darte una cruz,
vino a encenderte, a volverte luz.
Y si lo buscás, no mires arriba,
el eco está adentro, en quien vibra y respira.
vino a encenderte, a volverte luz.
Y si lo buscás, no mires arriba,
el eco está adentro, en quien vibra y respira.
Así que viví, ¡pero viví con coraje!.
Que el eco del mesías no acepta chantaje.
Y si vas a amar, que sea sin razón...
porque ahí está el milagro, sin religión.
Que el eco del mesías no acepta chantaje.
Y si vas a amar, que sea sin razón...
porque ahí está el milagro, sin religión.
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