Late, late el pecho sin permiso,
como un tambor que nunca quiso.
En silencio o a gritos, en risa o en dolor,
todo lo que vibra… lo mueve el amor.
como un tambor que nunca quiso.
En silencio o a gritos, en risa o en dolor,
todo lo que vibra… lo mueve el amor.
No importa el idioma, no importa el acento,
el amor se entiende con solo un intento.
Es mirarse sin miedo, sin filtro ni pose,
es dar sin esperar… aunque a veces no roce.
el amor se entiende con solo un intento.
Es mirarse sin miedo, sin filtro ni pose,
es dar sin esperar… aunque a veces no roce.
En la calma o el caos, ahí está latiendo,
como verso libre que va renaciendo.
A veces te eleva, a veces te cae,
pero siempre te enseña, aunque no lo sabés.
como verso libre que va renaciendo.
A veces te eleva, a veces te cae,
pero siempre te enseña, aunque no lo sabés.
Latidos de amor en el pecho cansado,
que aún cree en el sol aunque esté nublado.
Que da su ternura aunque no se la pidan,
que ama despacio… y también con heridas.
que aún cree en el sol aunque esté nublado.
Que da su ternura aunque no se la pidan,
que ama despacio… y también con heridas.
¿La enseñanza? Escuchá ese tambor,
que no hay GPS que guíe mejor.
Si sentís que vibra, si te hace temblar,
seguí ese latido: te va a llevar.
que no hay GPS que guíe mejor.
Si sentís que vibra, si te hace temblar,
seguí ese latido: te va a llevar.
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