Espíritu Samurái (fo).

Espíritu Samurái.

No nací para el ruido, ni para aplausos vacíos,
camino con sombra, pero el alma en rocío.
No alzo la voz si no es por justicia,
mi espada es palabra… y mi fe, la delicia.

He perdido batallas, pero no la esencia,
cada herida me dio su propia enseñanza.
No todo se gana cruzando el acero,
a veces ser fuerte… es quedarse sincero.

No temo al destino, lo invito a pasar,
con los ojos abiertos… y listo pa’ amar.
Ser Samurái no es llevar armamento,
es vivir con respeto… incluso en tormento.

Mi código es claro: lealtad sin medida,
honro al que ama… y también a la vida.
Peleo conmigo, mi guerra es mental,
ser mejor que ayer… es mi ritual.

Espíritu Samurái, firme y real,
no responde al odio, responde al ideal.
Con los pies en la tierra y el alma en el cielo,
avanza en silencio, pero nunca sin vuelo.

Espíritu Samurái, noble de verdad,
sabe cuándo quedarse, cuándo soltar.
No se rinde al miedo, ni vende su fe,
porque el honor... es lo único que no se ve, pero se cree.

Espíritu antiguo…
respira en lo simple.
El mayor golpe… es el que no se imprime.

Y si un día caigo, que sea de frente,
que el mundo recuerde… que fui persistente.
No quise ser héroe, solo ser paz,
ese es el legado… del Samurái.

XUS