Sombras del deseo.

El deseo no tiene rostro,
es un espejismo en la piel,
te promete mundos nuevos,
pero nunca dice qué.

Late fuerte en la distancia,
como un tambor sin razón,
te enciende, pero cuidado,
también quema el corazón.

Yo aprendí que la locura
no se calma con posesión,
se nutre en la ternura
y florece en la canción.

El deseo es pintura
que se borra con el sol,
pero el amor verdadero
es el lienzo, es el color.

Si deseas con el alma,
se transforma en eternidad.

XUS