Receta del alma.
Mis amigas son receta,
doctor no me mientas,
ellas curan mis heridas sin pasarme las cuentas.
Con un mate,
ellas curan mis heridas sin pasarme las cuentas.
Con un mate,
una charla,
o un chiste a destiempo,
me devuelven la alegría,
me devuelven la alegría,
me levantan con aliento.
No son química,
ni pócima,
ni fórmula en papel,
son la magia cotidiana que me hace sentir bien.
Me enseñaron que la vida no es correr sin razón,
sino reír en la tormenta y bailar con el corazón.
son la magia cotidiana que me hace sentir bien.
Me enseñaron que la vida no es correr sin razón,
sino reír en la tormenta y bailar con el corazón.
No hay comparación,
tener amigas verdaderas es ganar en la misión.
Y si alguien me pregunta dónde está la salvación:
está en cuidar a quien te cuida,
tener amigas verdaderas es ganar en la misión.
Y si alguien me pregunta dónde está la salvación:
está en cuidar a quien te cuida,
sin buscar explicación.
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