Fin LPMQTP – Oíd mortales.
Oíd mortales, que el verso no es guerra,
es un puente de amor que cruza la tierra.
La vida es un tren que no frena en la esquina,
y cada estación trae su propia rutina.
es un puente de amor que cruza la tierra.
La vida es un tren que no frena en la esquina,
y cada estación trae su propia rutina.
He visto a reyes perder sus coronas,
y a mendigos ganar porque dan lo que donan.
No importa la altura, ni el peso del oro,
lo eterno se mide en el tiempo que adoro.
y a mendigos ganar porque dan lo que donan.
No importa la altura, ni el peso del oro,
lo eterno se mide en el tiempo que adoro.
Si caes, levántate, no esperes permiso,
la fe es caminar aunque falte el piso.
No guardes rencores, que eso es veneno,
mejor da ternura, que el mundo está lleno.
la fe es caminar aunque falte el piso.
No guardes rencores, que eso es veneno,
mejor da ternura, que el mundo está lleno.
Fin, LPMQTP, que no es un insulto,
es grito de alma, es canto adulto.
Es decir “ya basta” a la herida y al llanto,
y volver a empezar… con el corazón alto.
es grito de alma, es canto adulto.
Es decir “ya basta” a la herida y al llanto,
y volver a empezar… con el corazón alto.
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