Almas de tinta y fuego.

Nacimos con tinta en las venas,
con fuego que rompe cadenas,
con sueños que cruzan fronteras,
aunque el mundo nos ponga condenas.

No somos de piedra ni acero,
somos de carne y de cielo,
y aunque la vida nos queme por dentro,
aprendemos a amar en el vuelo.

Me dijo en silencio:
“hijo, no vivas con miedo”,
que el que teme, no abraza, no canta,
y su alma se apaga en el tiempo.

La calle me habló con respeto,
me dijo que el golpe es maestro,
que quien cae y se levanta más fuerte
lleva estrellas brillando en el pecho.

Porque el dolor te talla en madera,
te da forma, te vuelve bandera,
y la tinta que escribe en tus manos
es el fuego que nunca se apaga en la espera.

Así que camina ligero,
suelta la culpa y el hierro,
que en la vida el que ama y perdona
es el que al final… vuela entero.

XUS