No sabés lo lindo que sos cuando no te das cuenta.

No sabés lo lindo que sos…
cuando no te estás mirando.
Cuando no actuás pa’ gustar,
cuando simplemente estás respirando.

Cuando te reís sin filtro, sin pensar,
cuando ayudás sin publicar.
Cuando llorás en silencio, sin apuro,
porque el alma también necesita lo oscuro.

No sabés lo bonito que sos sin querer,
cuando dejás que el alma te guíe sin tener que entender.
Cuando te cae mal el mundo, pero igual hacés bien,
cuando perdonás aunque te digan: “¡sos rehén!”.

Es que la belleza no se grita, se vibra,
no está en el look, está en la fibra.
En cómo abrazás, en cómo te caés y te levantás,
en la forma en que dudás… pero igual amás.

Así que no te midas por lo que falta,
sos un poema que la vida canta.
Y si un día te sentís de menos…
recordá esto:
No sabés lo lindo que sos… 

cuando ni lo pensás, nene.

XUS