Inventa la excusa más tonta del mundo; ¡y llámame!.
No hace falta que me digas algo profundo,
basta con que inventes cualquier cosa del mundo.
Si querés verme, no pongas excusas de acero,
decí que soñaste que era panadero…
basta con que inventes cualquier cosa del mundo.
Si querés verme, no pongas excusas de acero,
decí que soñaste que era panadero…
Que me viste amasando tu nombre en la harina,
que el mate te habló y dijo mi rima.
Decí que el perro ladró con mi acento,
o que te acordaste de mí por el viento.
que el mate te habló y dijo mi rima.
Decí que el perro ladró con mi acento,
o que te acordaste de mí por el viento.
Porque la vida no espera a los sabios,
ni a los que buscan pretextos largos y sabrosos.
La vida abraza a los que se animan al ridículo,
a los que aman sin cálculo ni obstáculo.
ni a los que buscan pretextos largos y sabrosos.
La vida abraza a los que se animan al ridículo,
a los que aman sin cálculo ni obstáculo.
No importa si suena raro o sin sentido,
si tu alma me llama, yo siempre atiendo el ruido.
Decí que la tostada cayó con mi cara,
o que viste mi sombra en tu ventana rara.
si tu alma me llama, yo siempre atiendo el ruido.
Decí que la tostada cayó con mi cara,
o que viste mi sombra en tu ventana rara.
Porque lo hermoso no se piensa… se siente.
Y el amor, cuando es real,
no necesita argumento inteligente.
Y el amor, cuando es real,
no necesita argumento inteligente.
Así que…
¡Inventa la excusa más tonta del mundo...
¡Inventa la excusa más tonta del mundo...
y llamame, valiente!.
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