Hot; después existo (fo).

Hot; después existo.

Tus manos bajan lento, mi piel se vuelve un grito,
no hay cielo más real que este infinito.
No busco promesas, tampoco un altar,
sólo este momento donde todo es verdad.

Estoy hot, y en tu boca me disuelvo,
como luna llena cayendo en tu cuenco.
No hay culpa, no hay juicio, no hay moral que me frene,
cuando el cuerpo manda y el alma lo entiende.

Después existo, cuando el sudor escribe,
historias de placer que el corazón describe.
No me hables de amor si no sabés arder,
porque amar también es saber morder.

Somos carne viva, deseo sin filtro,
y en cada gemido se rompe otro mito.
La vida es un goce, también es dolor,
pero en tus caderas encuentro mi Dios.

La noche no miente, la piel no se esconde,
y entre tus espasmos mi razón responde:
"Ser libre es sentir, sin culpa ni trampa,
sin miedo al pecado, sin miedo a la cama".

Hot; después existo, lo grito y me entrego,
porque en esta danza no hay sombra ni ego.
Y si esto es pecado, que arda el infierno,
prefiero pecar que vivir eterno.

El cuerpo también es un templo sagrado,
pero no de rezar... de sentir lo amado.
Quien teme al deseo, se niega a vivir.
Yo ardo. Después… vuelvo a existir.

XUS