Exceso de cuarteto.
Anoche bailé tanto que el alma se me aflojó,
con cada acorde, el dolor se me esfumó.
Exceso de cuarteto, dirían por ahí,
pero fue justo lo que anoche… me salvó a mí.
con cada acorde, el dolor se me esfumó.
Exceso de cuarteto, dirían por ahí,
pero fue justo lo que anoche… me salvó a mí.
No es solo música: es terapia con ritmo,
es llorar sonriendo y sanar con el instinto.
Es abrazar a un extraño sin saber su nombre,
y sentir que por un rato… todos somos hombres.
es llorar sonriendo y sanar con el instinto.
Es abrazar a un extraño sin saber su nombre,
y sentir que por un rato… todos somos hombres.
Es el bombo que late donde el miedo vivía,
es la letra sencilla que te endereza el día.
Porque cuando el alma grita y no la escuchás,
el cuarteto te agarra… y no te deja atrás.
es la letra sencilla que te endereza el día.
Porque cuando el alma grita y no la escuchás,
el cuarteto te agarra… y no te deja atrás.
Y sí, me lo dijeron: “estás en exceso”,
pero yo prefiero eso, que vivir en retroceso.
Si amar la alegría es locura sin cura,
¡que me baile el alma…
pero yo prefiero eso, que vivir en retroceso.
Si amar la alegría es locura sin cura,
¡que me baile el alma…
aunque el cuerpo no aguante una!.
Bailar lo que te duele…
también es una forma de curarte.
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