Guerrero del sol naciente.
Nací con la espada del alma en la mano,
no para herir, sino para abrir caminos.
Mi escudo: la calma. Mi ley: el respeto.
Y en cada paso dejo lo que no necesito.
no para herir, sino para abrir caminos.
Mi escudo: la calma. Mi ley: el respeto.
Y en cada paso dejo lo que no necesito.
No vine a gritar, vine a ser escuchado,
a sembrar la paz en un mundo cansado.
El silencio me enseña, el error me forma,
y el corazón, mi brújula que nunca se deforma.
a sembrar la paz en un mundo cansado.
El silencio me enseña, el error me forma,
y el corazón, mi brújula que nunca se deforma.
Soy hijo del sol que renace temprano,
del viento que sopla y no pide permiso,
del fuego que arde sin hacer daño,
y del agua que enseña que todo es transitorio.
del viento que sopla y no pide permiso,
del fuego que arde sin hacer daño,
y del agua que enseña que todo es transitorio.
No lucho por odio, lucho por amor,
por lo justo, por el alma que sufre dolor.
Mi victoria no es la gloria ni la sangre del rival,
es dormir sabiendo que no hice mal.
por lo justo, por el alma que sufre dolor.
Mi victoria no es la gloria ni la sangre del rival,
es dormir sabiendo que no hice mal.
El verdadero guerrero no busca pelear,
sino vivir en paz sin dejarse pisar.
sino vivir en paz sin dejarse pisar.
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