Sonrisa de algodón.
Ella entró sin ruido,
como lluvia en ventana dormida,
su boca dibujó un mundo,
y en su risa,
se escondía la salida.
su boca dibujó un mundo,
y en su risa,
se escondía la salida.
Yo estaba perdido, girando en la esquina,
la vida pegando sin letra fina,
y de repente — puff — luz que ilumina,
una sonrisa blanca, y todo se alinea.
la vida pegando sin letra fina,
y de repente — puff — luz que ilumina,
una sonrisa blanca, y todo se alinea.
Tenía el color de los días buenos,
de los mates compartidos,
de los abrazos que no se piden,
de los "tranqui, estoy contigo".
de los mates compartidos,
de los abrazos que no se piden,
de los "tranqui, estoy contigo".
No fue fuego ni tormenta,
ni promesa ni explosión,
fue un suave “acá estoy”
con textura de algodón.
ni promesa ni explosión,
fue un suave “acá estoy”
con textura de algodón.
Y entendí, al fin,
que el amor no siempre grita,
a veces solo mira,
se ríe bajito,
y existe…
aunque no lo invites.
que el amor no siempre grita,
a veces solo mira,
se ríe bajito,
y existe…
aunque no lo invites.
Porque el alma no busca estruendo ni poses,
se queda donde el gesto no se esconde.
Y si encontrás esa risa sin condición…
quedate ahí,
eso es salvación.
se queda donde el gesto no se esconde.
Y si encontrás esa risa sin condición…
quedate ahí,
eso es salvación.
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