LPMQTP. Oíd mortales.
¡LPMQTP!, grita el alma desde el suelo,
con bronca, con garra, pero sin perder vuelo.
No es solo insulto, tampoco protesta,
es un canto del pueblo que nunca se resta.
con bronca, con garra, pero sin perder vuelo.
No es solo insulto, tampoco protesta,
es un canto del pueblo que nunca se resta.
Oíd, mortales, el grito sagrado,
del que lucha a diario y sigue parado.
No es bandera limpia, ni himno perfecto,
es barro en las manos, orgullo en el pecho.
del que lucha a diario y sigue parado.
No es bandera limpia, ni himno perfecto,
es barro en las manos, orgullo en el pecho.
Somos la furia que ríe y que llora,
somos la calle que nunca se dobla.
Y aunque la vida nos muerda los talones,
de pie seguimos… ¡y gritando otra vez!.
somos la calle que nunca se dobla.
Y aunque la vida nos muerda los talones,
de pie seguimos… ¡y gritando otra vez!.
Porque no hay dolor que nos quite el alma,
ni injusticia eterna que venza esta calma.
El grito más fuerte es el que no calla,
el que se levanta, el que nunca se raja.
ni injusticia eterna que venza esta calma.
El grito más fuerte es el que no calla,
el que se levanta, el que nunca se raja.
Así que si escuchás “¡LPMQTP!” al pasar,
no te asustes, hermano, es forma de amar.
Es rabia con ritmo, es himno argentino,
es fuego en el pecho… es sangre y destino.
no te asustes, hermano, es forma de amar.
Es rabia con ritmo, es himno argentino,
es fuego en el pecho… es sangre y destino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias!